Los Samadhi del Sábado | Ep.35

Los Samadhi del Sábado | Ep.35

Los Samadhi del Sábado – «La palabra correcta»

«Lo que se concibe bien se expresa con claridad y las palabras para decirlo fluyen fácilmente», escribió Boileau, literato francés en 1674, para enfatizar la estrecha relación entre el movimiento del pensamiento lúcido y la expresión verbal.
 
Este escritor, poeta del Gran Siglo, había entendido el poder de las palabras, no sólo el de los sonidos y la simbolización que representan, sino la relación entre lo que son y el efecto que producen. Así como una semilla en la tierra se convierte en un árbol con sus frutos, las palabras proyectan su impacto en la trama del espíritu del que las pronuncia, así como en la memoria emocional de quienes las reciben.
 
Tarde o temprano, son las palabras con las que hemos sido arrullados en la infancia las que forman el andamio emocional que nos sostiene, el impulso que nos lleva a crear, a vivir, a ser nosotros mismos.
 
Cada cultura transmite sus proverbios, sus dichos, sus expresiones que, dentro del mismo lenguaje, marcan las sutilezas, las diferencias, los matices de nuestra identidad. ¿Pero en qué medida, en qué momento tomamos consciencia en el “aquí y ahora” de la importancia de lo que nos decimos mentalmente a nosotros mismos? ¿Con qué distancia evaluamos las frases que nos repetimos desde la infancia: «No me gusta”,” no sé”, “soy malo en matemáticas”, “No corresponde a mi edad”, ¿“nunca lo lograré”? ¿Cuándo nos damos cuenta de cuánto estas profecías cumplen su tarea de bloquear la energía que nos llevaría a atrevernos, a amar, a arriesgar, a confiar, a vivir al máximo de nuestro potencial que es ilimitado?
 
El creciente poder de las redes nos permite ver cómo los intercambios, aunque escritos, son un veneno que se propaga en nuestro planeta a la velocidad del polvo y con efectos tan dañinos cuanto más ignorados por la mayoría de sus autores. La grosería, la acidez y la simple iniquidad se regocijan por refutar, criticar, ridiculizar y humillar a los demás.
 
Todos los temas son buenos para agredir al prójimo, independientemente del efecto que estos «troyanos» tengan en la solidaridad que es exclusiva de los pueblos civilizados y que nos permite construir condiciones de vida felices, pacíficas y positivas.
 
Si, de acuerdo con lo que pensaba Roland Barthes, (*) la cultura es un contrato entre creativos y consumidores, ¿a fuerza de decir y escribir cualquier cosa, de cualquier forma, proyectar nuestras frustraciones, malestares, rabias y expandir nuestros sentimientos más mezquinos en el Océano cibernético, acompañándolos de imágenes personales paradisíacas retocadas por Photoshop, a quien intentamos engañar y qué realidad estamos creando?
 
(*) Nicolas Boileau 1636-1711) Poeta, literato, Traductor
(**) Roland Barthes La Cámara Lúcida Ed. Paidos-Barcelona
 
Marie-France Cathelat Sábado 21 Septembre 2019

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