Los Samadhi del Sábado | Ep.56

Los Samadhi del Sábado | Ep.56

Los Samadhi del Sábado – EL ESPEJO DE NARCISO

«Somos lo que repetimos todos los días», dijo Aristóteles, antes de conocer las redes sociales y sin haber podido prever que serían una prueba preocupante de la falta de autoestima que habita la humanidad de los tiempos presentes, hasta el punto de medir nuestras vidas en función del seguimiento de nuestros mensajes, la perfección de nuestros autorretratos y el número de velas de cumpleaños en Instagram, cuyo nombre sin embargo, indica claramente la brevedad y ligereza.
 
La deficiencia de autoestima es una de las razones de la epidemia de depresión que azota la vida de muchos de nuestros contemporáneos.
 
La falta de confianza en sí mismo bloquea la capacidad natural de escuchar, expresar, respetar, afirmar y sobre todo creer en la fuerza inagotable que todo ser humano lleva dentro de sí mismo, no sólo para afrontar dificultades, sino también y sobre todo para demostrar la fuerza de su ser interior.
 
Hoy en día, las consultas psicoterapéuticas son mayormente requeridas por personas que evitan situaciones personales o sociales que representan el riesgo de ser desaprobadas, rechazadas o devaluadas.
 
El miedo al rechazo y al conflicto se manifiesta en forma de comportamientos de manejo vehicular agresivos, en los espacios públicos, el miedo a los demás y a las diferencias sociales se disfraza de una agresividad superficial que no oculta el déficit asertivo.
 
Temer y evitar el rechazo de los demás es un reflejo que los bebés asimilan con la leche materna y que los adolescentes y adultos repiten sin cesar si una educación positiva o la búsqueda de ayuda adecuada no los alientan a desactivar los mecanismos de auto represión que los subyugan.
 
Al igual que la autoestima, la autoafirmación, los propios valores o creencias no significan agredir al conductor, atropellar al peatón, al vecino, al empleado para ocupar su lugar, su espacio o su opinión. El objetivo es conocer y hacer respetar nuestro propio lugar, defender nuestros ideales, confiar en nuestra intuición para lograr nuestros propios objetivos, para uno mismo y no en contra de nadie. Porque nadie tiene que vivir nuestras vidas.
 
Cada uno de nosotros es el único dueño de la creatividad que nos sostiene, no sólo en la adversidad, sino también en la alegría de vivir, sentir, percibir y disfrutar de nuestros pensamientos, nuestras emociones, nuestras necesidades.
 
Marie-France Cathelat
Lima, 7 de Marzo de 2020

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