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El valle de las pirámides de Túcume en Perú
Túcume es un sitio arqueológico que se encuentra situado a 33 km al norte de la ciudad de Chiclayo, en la parte baja del valle de La Leche, al noroeste de Perú. Está formada por los restos de numerosas pirámides o huacas de adobe, en torno a una estructura rocosa conocida como el Cerro La Raya. Fue uno de los centros administrativos y ceremoniales de la cultura sicán o lambayeque, y data del siglo XI de nuestra era. Fue anexada sucesivamente al reino chimú y al imperio incaico, y se mantuvo vigente hasta la época de la conquista española.
Ubicación
El sitio arqueológico se encuentra a 1 km al este de la pequeña ciudad de Túcume (que le da su nombre), en la parte central de la provincia de Lambayeque, del departamento del mismo nombre. Se alza al pie y rodeando parte del cerro El Purgatorio o La Raya, promontorio rocoso que fue un antiquísimo lugar de culto.
El distrito de Túcume fue creado en 1894, en torno al pueblo, que fue encomendado al español Juan Roldán Dávila en 1536 por Francisco Pizarro. El año 1622, una inundación del río La Leche hizo trasladar la ciudad a su ubicación actual. El distrito, llano y a 43 m sobre el nivel del mar, tiene 89,74 km2, y forma parte del valle de Lambayeque, el más largo de la costa norte del Perú.
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Geografía
Tiene una superficie de 67 km², lo que representa el 2,7% del territorio de la provincia de Lambayeque y el 1,8% de la Región Lambayeque.
La actividad principal es la agricultura con 10.412,22 ha, sembradas en la campaña grande o de verano con cultivos temporales como el arroz (3.379,53 ha), maíz amarillo duro (1.203,3 ha), algodón (647,36 ha), camote (26 ha) y maíz amiláceo (25 ha) . Y en la campaña chica o de invierno con un total de 478 ha, son dedicadas al cultivo de leguminosas de grano como rotación del cultivo de arroz.
Igualmente Túcume forma parte de este frágil ecosistema que son los bosques secos de la costa norte del Perú. Zonas de vida caracterizados por su extrema fragilidad de las especies de flora y fauna que ahí habitan, así como la existencia de una biodiversidad única en la costa peruana, adaptada a zonas áridas y semiáridas, así como de una gran fragilidad de sus suelos, en especial de los pocos suelos agrícolas que existen en el distrito, los que se ven presionados por una agricultura intensiva que demandan altas cantidades de fertilizantes.
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Historia
Se cree que el lugar fue ocupado primero por la cultura Lambayeque, entre los años 1000 y 1370 d.C., luego por los chimú, entre 1370 y 1470, y finalmente por los incas, entre 1470 y 1532, época en que llegaron los españoles.
La fundación de la ciudad, entre los años 1000 y 1100, coincide con la caída de Batán Grande, a orillas del río Chancay, que fue quemada y abandonada en esa época.
Cuenta la leyenda que el lugar fue fundado por Naymlap, un héroe mítico que llegó del mar y construyó la ciudad con ayuda de los campesinos lugareños en torno al cerro La Raya, una elevación rocosa que destaca en medio de la llanura. Esta leyenda fue recogida por el cronista español Miguel Cabello Valboa en 1586.
En el siglo XX se iniciaron las investigaciones científicas. En 1930 Alfred Kroeber ilustró su descripción de Túcume con un plano. En 1939, Wendell C. Bennett dio informes de sus excavaciones en el sitio. En 1951, Richard P. Schaedel publicó un plano, elaborado por Antonio Rodríguez Suy Suy a base de fotografías aéreas. En 1979 Hermann Trimborn hizo el primer análisis histórico y arqueológico de manera minuciosa, que abarcaba toda el área adyacente al cerro La Raya hasta la Huaca Grande, en la periferia oriental del pueblo.
En la década de 1990, el famoso explorador Thor Heyerdahl, tras visitar el pueblo de Túcume, inició un proyecto de investigación (en la que participaron los arqueólogos Daniel Sandweiss y Alfredo Narváez), que ha culminado en la creación de un museo de sitio, junto a la Huaca 1, que alberga los restos más importantes encontrados en las ruinas. Fruto de estas investigaciones es el libro titulado Pirámides de Túcume: la búsqueda de la ciudad olvidada del Perú (edición peruana en 1996).
El sitio arqueológico
El centro arqueológico, al que la población local denomina El Purgatorio o Huaca La Raya, está formado por docenas de pirámides prehispánicas de considerable tamaño, que lo convierten en uno de los sitios arqueológicos más grandes de América.
La pirámide de mayor tamaño (Huaca Larga) tiene 700 m de longitud, 270 m de anchura y 30 m de altura. Otras alcanzan los 10 a 15 m de altura. A diferencia de las pirámides egipcias, las pirámides americanas forman grandes plataformas superpuestas y no acaban en punta, sino que en la cima se sitúan los templos (pirámide trunca). Actualmente las pirámides de Túcume, al igual que otras similares de la costa norte peruana, se ven amorfas, y simulan ser grandes promontorios o cerros naturales, cuando en realidad tenían originalmente formas geométricas; ello se debe a los estragos de las lluvias torrenciales, que periódicamente azotan la región como efecto del fenómeno del Niño.
A estas pirámides se accedía mediante rampas. Al pie se encuentran restos amurallados y cementerios. Sobre algunas plataformas piramidales se hallan construcciones de estilo inca, evidencia de la conquista incaica de siglo XV.
El material básico de construcción es el adobe rectangular pequeño. Las paredes estaban revocadas y en algunos sectores pintados con hileras de aves y otros motivos.
Entre estas numerosas pirámides o huacas destacan las siguientes:
- Huaca del Pueblo o Huaca Grande (situada en el lindero oriental del pueblo de Túcume).
- Huaca Mirador (llamada así porque desde su cima se tiene una vista panorámica del valle)
- Huaca Larga
- Huaca de las Estacas
- Huaca Pintada
La Huaca Larga
Se trata de una construcción de dimensiones colosales, fue creciendo a lo largo de quinientos años, desde la época Lambayeque (la más temprana, año 1,000 a.C.), empenzando por la época Chimú (1375-1470 d. C.) y finalmente la Inca. A lo largo de generaciones y nuevos gobernantes, Huaca Larga fue creciendo en alto, largo y ancho, rellenando viejas habitaciones formando de este modo nuevas plataformas sobre las que se construía nuevos cuartos, pasadizos o rampas.
En la parte central y más alta de Huaca Larga destaca una construcción de la época Inca (1470-1532), llamada el Templo de la Piedra Sagrada. Las excavaciones arqueológicas permitieron descubrir el fardo funerario de un gobernante Tucumano, ataviado con sus insignias características. El arqueólogo Narváez (su investigador) cree que fue el curaca principal de esa urbe pocos años antes de la llegada de los españoles (1532). Se le enterró bajo el piso del templo, flanqueado por dos hombres y 19 mujeres en un recinto contiguo. Todas ellas eran de tierna edad y evidencian signos de haber sido sacrificadas. Por el ajuar que las acompaña, se cree que fueron expertas artesanas. La gran cantidad de ofrendas en este templo, como son figurinas de plata en miniatura, camélidos, caracoles y conchas sagradas (mullu – spondylus sp. -), estas últimas traídas desde los mares del Ecuador, nos hablan de la gran importancia de la Huaca Larga, pirámide que aún en la época Inca, cinco siglos después de su fundación, se mantenía como uno de los adoratorios más importantes del Tawantinsuyu (Imperio de Los Incas).