Foto de Harley Calvert
Choquequirao, el Valle Sagrado Inca
Choquequirao (del quechua chuqi, oro, y de k’iraw, cuna, es decir: «cuna de oro»), son las ruinas de una ciudad inca situada entre las estribaciones del nevado Salcantay, y bajo la jurisdicción del distrito de Santa Teresa, Provincia de La Convención, Departamento del Cuzco, al sur del Perú.
Los monumentos arqueológicos de Choquequirao están conformados por edificios y terrazas distribuidas en diferentes niveles, desde el nivel más bajo Sunch’u Pata hasta la cima truncada más alta, la cual fue nivelada y cercada con piedras para formar una plataforma con una área aproximada de 150 metros cuadrados.
Choquequirao (a veces también como Choqequirau o Choquekiraw) es conocida como la «hermana sagrada» de Machu Picchu por la semejanza estructural y arquitectónica con esta. Recientemente, estando parcialmente excavada, ha despertado el interés del gobierno peruano por recuperar aún más el complejo y convertirlo en una alternativa más accesible para los turistas interesados en conocer más acerca de la cultura inca.
Ubicación geográfica
Emplazamiento
Se encuentra a 13°32′ latitud sur y 72°44′ longitud oeste. Se ubica a 3033 metros sobre el nivel del mar en las estribaciones del nevado Salcantay, al norte del valle del río Apurímac, en el distrito de Santa Teresa, Provincia de La Convención, en el departamento del Cusco.
El entorno de Choquequirao es uno de los más ricos en biodiversidad. Todas estas especies se han acondicionado a pesar de las variaciones de temperatura como es sol durante todo el día e inclementes heladas durante la noche. La fauna del lugar está compuesta principalmente por cóndores, tarucas, vizcachas, zorros, zorrinos, pumas, picaflores, osos y el gallito de las rocas, ave nacional del Perú. En su flora destacan los helechos gigantes, el ichu y una gran variedad de orquídeas, donde resalta la de la variedad wakanki.
Formas de acceso
Actualmente la vía terrestre es la única forma posible de alcanzar la ciudadela de Choquequirao. La ruta más conocida es la vía asfaltada desde la Cusco-Urbamba-Ollantaytambo-Huayopata-Santa María 200km, carretera Santa María-Santa Teresa-17km, trocha carrozable Santa Teresa-Sahuayaco-Totora-Yanama-70km. Luego vía peatonal desde Yanama-Maizal 6hrs, Maizal-Río Blanco-Ruinas de Pinchaunuyoc 8hrs, Pinchaunuyoc-Choquequirao 6hrs. El viaje ida y vuelta puede hacerse en 4 o 5 días.
Una vía de acceso importante, es partir de Cusco tomando la carretera rumbo a Abancay y en el km. 154 elegir el desvío que lleva al pueblo de Cachora. Alternativamente se puede partir de Abancay y recorrer 42 km por la carretera rumbo a Cusco, para desviarse hacia Cachora. Desde esta localidad se debe realizar una caminata cuesta arriba de unos 27 km, cuyo recorrido alcanza los dos días de duración. También es posible acceder por otros poblados aledaños, sin embargo, la ruta puede ser más accidentada.
Foto de McGhiever
Historia
Época Inca (1438-1534)
Fue un centro tanto cultural como religioso para la región. Presumiblemente esta ciudadela fue usada como un garita de control para asegurar el acceso a las áreas de Vilcabamba, que conectaba la selva con otros centros importantes como Písac y Machu Picchu. También se estima que la ciudadela jugó un importante papel sirviendo como nexo entre la selva amazónica y la ciudad imperial del Cusco.
Época de transición (1534-1572)
Choquequirao es considerada uno de los últimos bastiones de resistencia y refugio de los Incas, quienes por órdenes de Manco Inca, abandonaron la ciudad de Cusco para resguardarse en las ciudades de la región de Vilcabamba, cuando alrededor del año 1535 Cusco se encontraba sitiado por los españoles. Fue en este lugar (y en general en todo el valle de Vilcabamba) donde Manco y los demás Incas de Vilcabamba resistieron el embate de los españoles, hasta la captura y ejecución de Túpac Amaru I en 1572.
Referencias en la época colonial
El primer explorador que da noticias una ciudadela llamada «Chuquiquirau» fue el explorador español Juan Arias Díaz Topete en el año de 1710. La primera referencia escrita de Choquequirao data del año de 1768 y su autor fue Cosme Bueno, sin embargo la documentación fue puesta de lado y echada al olvido por las autoridades y el público en general. En 1790, Pablo José Origaín menciona en su «Compendio de Noticias Geográficas del Cuzco» una ciudad despoblada desde la antigüedad con el nombre de Choqequirau.
Redescubrimiento y restauración
En 1834, José María Tejada (prefecto del Cusco) viaja a la ciudadela atraído por las leyendas sobre tesoros en Vilcabamba; así mismo en 1837, Leonce Angrand cartografió el lugar por primera vez, pero sus mapas fueron también puestos al olvido.
No fue hasta 1909, año en que el arqueólogo Hiram Bingham y el topógrafo Clarence Hay (ambos norteamericanos) visitaron Choquequirao y elaboraron una descripción minuciosa del sitio, que la ciudadela adquirió mayor atención por parte de los arqueólogos, el gobierno y los turistas. Las primeras excavaciones comenzaron varias décadas después de la visita de Bingham, alrededor de 1970; así mismo en 1986 se hacen estudios intensivos y un plan de restauración del sitio.
Actualmente, se calcula que sólo un 30% del complejo, que comprende unas 1810 hectáreas, ha sido desenterrado y puesto en funcionamiento como zona turística; se prevéia la finalización de la restauración para el 2011, tardando aún más el estudio y comprensión de su legado histórico.
Foto de Lucas Merino Pavéz
Descripción
El complejo de Choquequirao se compone de nueve sectores, entre los que destacan el centro político religioso, el sistema de fuentes y canales con acueductos, y el grupo de las portadas.
Topografía
Desde una vista aérea o a cierta distancia, es fácil distinguir las típicas terrazas incas que conforman las más grandes construcciones de Choquequirao. Un Templo, algunas edificaciones administrativas y habitaciones para los administradores y asesores principales, que estaban situadas alrededor de la plaza central.
Hacia las afueras del centro de la ciudadela destacan las habitaciones usadas por el resto de la población, que están agrupadas conformado una pequeña aldea. En Choquequiero existen numerosos canales de regadío, y acueductos para el suministro de agua potable. A pesar del tiempo y las inclemencias climáticas, la mayoría de las edificaciones de la «hermana sagrada» de Machu Picchu se encuentran bien preservadas, y su restauración durará, según algunos entendidos que están a su cargo, aún varios años más.
Posición estratégica
Desde la perspectiva andina su ubicación es indudablemente estratégica, lo que le permitió a este singular asentamiento abarcar y tener un dominio sobre lo que podría considerarse uno de los trayectos altitudinales más extraordinarios del país.
A su vez, desde el aire los investigadores, que lo han apreciado, dicen que Choquequirao se muestra como un gran libro abierto, con el caudaloso río Apurimac a sus pies y una gran cadena montañosa que se precipita hacia las vertientes orientales cubiertas por una inmensa vegetación tropical; siendo otra muestra de la pretensión andina de dominar el mundo desde las alturas.
Clima de Choquequirao
Debido a su altura, Choquequirao goza de un clima templado. Sin embargo, cabe destacar que el camino hacia Choquequirao es cálido debido al cañón del Apurímac.
Foto de Lucas Merino Pavéz
Aspectos constructivos
Arquitectura
Aún cuando solo el 30 por ciento, de 1,810 hectáreas del complejo, han sido rescatadas, es posible suponer que Choquequirao más que una fortaleza, era un sitio religioso. Por su localización es probable que haya sido el centro religioso más importante y que estaba ocupado por los sacerdotes y aquellos consagrados a las divinidades. Se ha encontrado pinturas y cementerios que confirmarían esta teoría.
Foto de Lucas Merino Pavéz
Choquequirao está ordenado en nueve zonas construidas como pequeñas aldeas alrededor de una gran plaza donde se encuentran todas las calzadas provenientes de cada zona. Se ha logrado ubicar la plaza superior (Hanan), los depósitos (Qolqa), la plaza principal (Huaqaypata), la plaza inferior (Hurin), el sistema de andenes de cultivo inmediatos a la plaza principal (Chaqra Anden), la plataforma ceremonial (Ushno) y la vivienda de los sacerdotes en la parte baja de la colina. Por esto se presume que Choquequirao fue un gran centro político y económico, que sirvió como enclave comercial y cultural entre la costa, sierra y selva.
Foto de Lucas Merino Pavéz
Choquequirao presenta múltiples edificaciones de dos pisos con hornacinas en el interior. Además de algunas puertas y nichos hechos con doble jamba y canales de regadío. El material que fue usado son piedras canteadas con morteros de barro.
Foto de Lucas Merino Pavéz
Existen 22 grabaciones en estas piedras con figuras conocidas como “Llamas del Sol” dispuestas en 15 andenes con dirección al nevado Quory Hauyrachina Choquequirao cuenta con un gran sistema de andenes, una característica de los poblados incas, que ayudaban en el uso agrícola de las laderas de los cerros, y que actualmente, a la vista de los visitantes, parecen pisos alfombrados por la vegetación de la zona.
Según el arqueólogo Luis Guillermo Lumbreras, Choquequirao da la impresión de haber sido un centro urbano en crecimiento, parte de un gran proyecto mucho mayor que quedó inconcluso.