Los Samadhi del Sábado – «Amaneceres Lentos»
J-B Pontalis nos recordaba la importancia que Freud atribuía al renunciamiento : «Renuncia a obtener todo inmediatamente.(…) admitir que no somos inmortales y que no somos ni el centro del mundo ni el centro de nosotros mismos, (…) no nos gusta ver en nuestras vidas una sucesión de renuncias. Sin embargo, ésta es la condición para que esta vida se invente y re-invente a sí misma, esté siempre en movimiento en lugar de permanecer fija en sus primeras expectativas, a sus primeros objetos de amor y odio»(*)
¿Qué nos diría Pontalis sobre el período de incertidumbre psíquica y social que la humanidad está experimentando actualmente cuando él y Freud han descrito tan bien el principio de «apuntalamiento» proporcionado por el adulto como un sostén indispensable para que el niño organice el aprendizaje del mundo y sus conceptos?
Cuando pensamos que todo era mejor «antes» o que todo será así mañana, ¿es porque estamos relativamente privados de la tutela que la interacción social nos proporcionaba?
Cuando las masas se atiborran por unirse a compartir el parque, la calle o el borde del mar para crear la ilusión que todo era mejor «antes» es el temor a perder el beneficio de sus experiencias previas que las guía, la nostalgia de la infancia, o el miedo a no asegurar el éxito de tiempos diferentes pero radiantes por venir , forjados por la crisis, ¿dónde sería bueno vivir a pesar de todo?
Nada es más legítimo que preguntarse qué papel tendrán las partes interesadas en este planeta virtual que está convirtiéndose en nuestro hábitat, cual será el equilibrio de responsabilidades en el Estado y las libertades individuales en nuestras sociedades? ¿Cómo podemos desafiar las desigualdades del liberalismo sin caer en otros extremos? ¿cómo podemos preservar la globalización y evitar nacionalismos que probablemente nos sofocarían más que los virus? ¿Debemos ser más cautelosos o depender de los científicos? Todas estas cuestiones nos preocupan, así como muchas otras que necesitan ser abordadas.
Para transformar en realidad las fantasías del deseo, nuestro mundo, como el niño, tendrá que gestionar en paralelo en esta interacción de apuntalamiento, las renuncias implícitas que implican los impulsos divergentes del placer sensual e inmediato con los, vitales, de autoconservación.
(*) Jean-Bertrand Pontalis – Damepluie -Babelio 2011- Psicoanalista, filósofo, escritor francés
Si estoy de acuerdo.