Pantallas: ¿una amenaza para la salud de los niños?

Pantallas: ¿una amenaza para la salud de los niños?

Pantallas: ¿una amenaza para la salud de los niños?

Las pantallas (teléfonos inteligentes, tabletas, televisión) ahora son ubicuas. Pero su exceso afecta la salud de los niños y su equilibrio emocional.

Si bien las pantallas se han convertido en la primera ocupación de niños y adolescentes, mucho antes de la escuela, las alertas de científicos y profesionales se suceden y advierten contra los excesos: sobrepeso, trastornos del sueño, miopía, rendimiento académico en declive, retraso trastornos del lenguaje, la atención y el comportamiento, la depresión … ¿Qué es exactamente?

En octubre de 2016, la Academia de Medicina Pediátrica (AAP, por sus siglas en inglés) recordó que el tiempo que los niños pasan en las pantallas limitaba otros momentos de la vida, como jugar, estudiar, conversar o dormir. Tantas actividades que participan en la construcción física y mental de los más jóvenes. «Los problemas comienzan cuando las pantallas reemplazan la actividad física, la exploración práctica y la interacción social (cara a cara en el mundo real)», observa la Academia Americana. Entre las consecuencias directas señaladas, la institución destaca la incidencia del sobrepeso y la obesidad y recuerda que tener un televisor en la habitación está asociado con el riesgo de obesidad en los niños, así como tener una actividad sedentaria frente a una pantalla más de dos horas por día.

Santé des Enfants UFE Pérou

Retraso en el habla

La Academia también informa de un aumento de los trastornos del sueño en los que duermen con sus teléfonos: muy bajo, la luminosidad emitida por el reloj biológico del trastorno de teléfonos inteligentes y afecta a la calidad del sueño. Un estudio publicado en la revista científica Nature en de mayo de 2017 también mostró que los niños pequeños (de 6 a 36 meses) de exposición a pantallas de final de la tarde tienen la duración del sueño significativamente más corto debido a la luz azul emitida por la teléfonos inteligentes y tabletas. El último afecta a la síntesis de melatonina, una hormona que juega un papel importante en el mecanismo del sueño. El exceso de exposición a pantallas también afectaría a la vista de 16/24, ha alertado la Asociación Nacional para la mejora de la vista (ASNAV) en agosto de 2017. Con ocho horas al día en una pantalla, cuatro horas en un teléfono inteligente, los 16/24 años desarrollarían una «miopía funcional» (el problema de alojamiento para más adelante). La nariz demasiado pegados a sus pantallas, el 40% de 16/24 años tienen dificultad para ver de lejos, dice la asociación.

Además de los efectos en la salud, cada vez más profesionales están preocupados por los retrasos en el lenguaje o los trastornos de conducta asociados con la exposición temprana y excesiva a las pantallas. De acuerdo con un estudio de la Universidad de Toronto (Canada) publicado en mayo de 2017, cuanto más pasa un niño frente a una pantalla, más tarda en aprender el idioma. De casi 900 niños de 6 meses a 2 años y seguidos entre 2011 y 2015, los investigadores han observado un mayor riesgo de retraso del habla del 49% por cada media hora de tiempo de pantalla diaria. Resultados que confirman los temores de los profesionales de la salud en la primera infancia, quienes, en los últimos años, denuncian una alteración del desarrollo motriz y mental de los niños pequeños demasiado expuestos.

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