Los Samadhi del Sábado | Ep.55

Los Samadhi del Sábado | Ep.55

Los Samadhi del Sábado – EL TIEMPO DE SÉNECA

«En los últimos días del mundo, el océano se desmoronará y surgirá una nueva tierra», escribió Séneca el Joven, catorce siglos antes del descubrimiento de América.
 
No hay necesidad de premonición para entender que, históricamente, el descubrimiento de nuevos espacios y nuevas herramientas transforma radicalmente la esencia y morfología de los seres humanos.
 
Las nuevas tecnologías aportan nuevos comportamientos y nuevos modos de comunicación.
 
Como psicoterapeutas vemos una creciente queja sobre el sufrimiento del vacío existencial que parece cada día más difícil de llenar.
 
Muchos predicen el Apocalipsis y sozobran en la angustia frente al derrumbe de las instituciones, la pérdida de reglas, puntos de referencia y creencias.
 
Esta búsqueda de significado, que sólo se logra abriendo los océanos, es sin embargo una de las características más bellas de la condición humana: la capacidad de cuestionarnos a nosotros mismos, de cuestionar nuestras certezas. Es la necesidad de crear una coherencia entre los valores y las acciones de nuestra vida, sintiendo el alcance universal de nuestras emociones, nuestras necesidades, nuestros sueños.
 
Vivir bien, estar sano, plenamente, no es vivir sin sufrir, más bien es equilibrar el mundo exterior con nuestra conciencia interior. Este espacio olvidado e íntimo donde se esconden las respuestas, el punto de encuentro de nuestros dispersos caminos.
 
Vivir cada momento de nuestra vida es una práctica difícil pero que nos permite darnos cuenta de que estamos vivos.
 
Los sistemas de creencias están fallando a un ritmo tan sorprendente como la creciente búsqueda de una espiritualidad autónoma, libre del dogmatismo, las limitaciones y la culpabilización que han acompañado y parasitado la mayoría de las prácticas religiosas y condujeron y todavía llevan a muchos seres humanos contra la pared del oscurantismo.
 
Para ser donante y creador del significado de su propia vida, el hombre hoy manifiesta su necesidad de conectar los gestos, tiempos y espacios cotidianos que habita con un rincón de paz donde se encuentran sus raíces físicas y espirituales.
 
Dejar de pensar en el porqué, el mañana, en sí mismo, o en el futuro no sólo es un método eficaz para desactivar los meandros de la depresión, sino que es un camino directo hacia la estima de sí mismo, la aceptación de lo ocurre en el momento único, es decir el instante presente en el que, a falta de una tierra nueva, surjirá un nuevo rincón del cielo.
 
Marie-France Cathelat
Lima, 22 de Febrero 2020

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