Los Samadhi del Sábado – «PRINCIPE O SAPO»

Cuando Claude Chabrol creó la película, que es reconocida como la punta de lanza de la «nueva ola» del cine, describió «el hermoso Serge» como el hombre enterrado bajo la escasez de una vida rural que apenas emerge de las privaciones de tres guerras sucesivas en la que los niños tienen que caminar 5 kilómetros en la nieve para ir a la escuela.
 
Los tiempos han cambiado, pero los millones de seres humanos que hoy están en las carreteras, huyendo de varias calamidades, o en las calles de las capitales de Asia, América Latina o Francia exigen claramente un remesón tectónico en la política y un enfoque transnacional para la lucha contra la vulnerabilidad, el fortalecimiento de los lazos sociales, dinámicas comunitarias que reduzcan en lugar de reforzar las desigualdades, es decir: que la vida, la dignidad y el bienestar humano no signifiquen una fractura social, cuyo precio es soportado por toda la población en regalías que se pagan a la rentabilidad de la economía y a la competitividad mundial, favoreciendo sólo a una ínfima minoría.
 
Nuestra década es, de hecho, la que revela de manera transparente las crecientes brechas entre el acceso a la información, a las capacidades, pero también a todos los excesos del materialismo y los que sólo acumulan precariosidad.
 
Sin embargo, más allá de estas evidencias matemáticas, el clamor de las calles, el mensaje subliminal de las pancartas es puramente económicos y políticos o son más bien evidencia de una movilización más profunda, la búsqueda del sentido, la dignidad humana?
 
La conciencia de la humanidad se está despertando para decirle a quienes la dirigen que la ciudadanía se construye escuchando al otro y que ningún régimen sobrevive cuando una gran parte de la población siente o sabe que no cuenta para nada.
 
Los seres humanos existen sólo debido al tejido social que determina su supervivencia, pero también crea su autoestima. Si la dinámica social no tiene sentido, si el desprecio que le mantiene marginado impide verse y ser reconocido como digno y capaz, el hombre destruye el sistema para no destruirse a sí mismo. Porque como dijo el hermoso Serge, «es intolerable ser visto como un sapo.»
 
(El bello Serge- película de Claude Chabrol- 1958
 
Marie-France Cathelat – 7 DE DICIEMBRE 2019