Los Samadhi del Sabado | Ep.4

Los Samadhi del Sabado | Ep.4

Los Samadhi del Sabado – La Mirada del Alba

Abrir los ojos. Para vivir por un momento el milagro de la mañana. Salir de la opacidad del sueño para sentir la alegría de ser tú mismo finalmente… mejor dicho: la idea que todos tenemos de la ilusión que consideramos como nuestra identidad:
– Yo no soy el hombre venezolano que en mi sueño se siente desgarrado entre liberar a su país o poner a su familia en peligro.
– No soy esta mujer etíope que corre en el desierto buscando un poco de agua para que el niño que ella estrecha en sus brazos no se siga muriendo.
– Yo no soy este campesino de Arequipa que vió bajo tierra la obra de toda una vida, por que durante 500 años los líderes de su región ya no respetan el conocimiento de sus antepasados y, cada año, el río, las montañas y la naturaleza se rebelan para recordarles los principios de la armonía que representan.
– No soy esa mujer de África que hace venir a París a su prima para excisar a su niña de 10 años de edad para seguir las tradiciones.
– No soy ese soldado del Medio Oriente buscando entre los escombros del bombardeo el cuerpo de su esposa.
– No soy ese padre mexicano que encuentra los restos de su hija en un pozo de Tijuana.
– No soy ese extraño que entre la paredes de la prisión se despierta cada mañana y sabe que mientras viva, no volverá a ver el vuelo de las gaviotas en la playa.
 
Y contemplo el sol que, como un pequeño soldado disciplinado sin sueldo, se eleva cada mañana para iluminar nuestra vida, y mostrarnos que el universo respira al ritmo de nuestro corazón, que cada uno de nosotros, con nuestros pensamientos, nuestras acciones, impregnamos en cada segundo, en todas partes, nuestro planeta.
Y me río pensando en los millones que algunos han gastado en este planeta para celebrar el día de San Valentín con cotillón y música de fondo y sé, como cada uno de nosotros, que si San Valentín fue decapitado por los romanos, no fue porque él casara a un par de esclavos, sino porque consagrar el amor es un acto políticamente incorrecto que abrió las puertas de la felicidad a todo ser human.
 

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